lunes, 24 de mayo de 2010

II Jubileo del Seminario


II Jubileo en el Seminario Diocesano de Tlaxcala
21 al 23 de mayo de 2010


El Seminario realizó por segundo año consecutivo su Santo Jubileo, en donde se mantuvo al Santísimo Sacramento expuesto durante 40 horas continuas.

Las actividades iniciaron con una Eucaristía solemne en la capilla central a las 18:00 horas, que fue presidida por el Pbro. Lic. Victorino Osorno (vicerrector del seminario), acompañado por el equipo de formadores y los candidatos al sacerdocio.

Es la homilía el Pbro. Victorino parafraseo el Evangelio del día y pudo preguntar a los seminaristas ¿Jóvenes seminaristas, aman a Jesús más que a cualquier otra cosa? Cuiden y vigilen su vocación, desde ustedes que van en 1° de preparatoria hasta los que van en 4° de Teología. Invito a los alumnos a contemplar a la Eucaristía y descubrir en ella el amor infinito de Dios Padre al entregarnos a su Hijo amado, pidió que todos nos confesáramos en estos días para estar en Gracia y que el domingo al recibir el Cuerpo de Cristo lo hagan en una conciencia pura.

Después de la Eucaristía se desarrollo una procesión por los patios del Seminario con el Santísimo y una banda de Viento que acompaño por el recorrido. Los seminaristas hacían dos largas filas paralelas para custodiar a “Jesús Eucaristía” e ir juntos cantando himnos y alabanzas. Al final la procesión se expuso el Santísimo y quedó manifiesto por 40 horas continuas.

Por la noche la Iglesia hace la oración de completas y fue el Obispo Francisco quien como Padre de todos los seminaristas dirigió la oración e invito a los sus hijos a vivir como verdaderos hermanos, “Aunque existan diferencias entre ustedes, deben vivir como hijos de un mismo Padre, pues así como todos comen de un mismo pan y beben de un mismo cáliz, así debe existir en ustedes un mismo amor hacia sus hermanos de la comunidad”. Además explico que “Contemplar a Jesús en la Eucaristía es sacar agua de la fuente inagotable de misericordia”.

Para poner el ejemplo de oración y meditación los sacerdotes del equipo formador tomaron el primer turno para acompañar a Jesús y estar con Él durante 1 hora, después de ellos fue turno de todos los alumnos divididos por grado escolar e incluyendo a los hermanos pequeños del seminario menor.


Durante el día sábado el personal administrativo, de cocina, catedráticos, el club Serra y padres de familia acompañaban a Jesús Sacramentado.

El día domingo a las 10: 00 se tuvo un momento especial, fue la Hora Santa que se realizo con los padres de familia de los alumnos pues cada uno oraba por su hijo que fue elegido por el Señor, y pedía con fervor que la obra que había comenzado en ellos la llevara a buen termino.

La Eucaristía de clausura se realizo el domingo a las 11:00 horas, el Pbro. Lic. Raymundo Muños (rector del seminario) fue el encargado de ofrecer el sacrificio.

Para finalizar el jubileo se organizo una procesión por todo el seminario y deteniéndose en cada altar que los alumnos habían preparado para alojar a Jesús Eucaristía.

Seguramente que la reflexión personal de los seminaristas ante Jesús Sacramentado ayudo a disipar muchas dudas y a afirmar el compromiso que tienen para algún día configurarse con Cristo, Sumo Sacerdote.

Que este tiempo de Gracia en el seminario sirva para renovar la fuerza en este camino vocacional de los alumnos y que al equipo formador de la sabiduría para guiar a la comunidad por senderos de santidad.

Gracias Jesús Eucaristía por estar con nosotros así cumples tu promesa de estar donde dos o tres se reúnen en tu nombre.

jueves, 13 de mayo de 2010

Fisonomía de la Virgen de Ocotlán


Los peritos en estatuaria afirmaron en 1755 “La imagen es de madera de ocote maciza, toda de una pieza”.

Observando detenidamente podemos decir que: La imagen de nuestra Señora de Ocotlán, es una magnifica figura vestida, de una sola pieza y representa el misterio de la Inmaculada Concepción, en madera policromada y estofada, la cual mide 1,48 cm. (era la estatura media de la mujer indígena de la región). Está de pie sobre un hermoso pedestal de plata repujada, su cuerpo se nota ligeramente inclinado hacia adelante, como el de una madre que, solicita, busca a su amado hijo. . Lleva el manto terciado, y su vestido delicadamente adornado, le cae en pliegues rectos.

La cabeza parece pequeña, pero esta proporcionada a la altura del cuerpo, los cabellos modelados en la madera, descienden sobre la espalda, en forma de gajos. El rostro es gracioso, como el de una joven, cuyo color es semejante al de una perla oriental.

La frente es un poco espaciosa, los ojos son de color pardo, pero animados y amorosos que respiran bondad, las cejas son delgadas y suavemente arqueadas; la nariz es recta y algo enjuta, las mejillas se ven sonrosadas, de ordinario tendiendo frecuentemente a pálidas; la boca es pequeña, pero graciosa, de labios pequeños y rubicundos. Las manos con dedos finos y uñas delgadas y transparentes, como de jovencita, están juntas, en actitud de oración por su pueblo. Toda la imagen se ve envuelta en un fulgor dorado.

El vestido que porta la Virgen, está figurado en la madera, la túnica es larga, de color blanco y cubre todo el cuerpo virginal, desde el cuello hasta los pies, sobre los que cae desigualmente, porque la rodilla derecha está ligeramente levantada. Un manto real cubre la espalda, es de color pálido, con adornos dorados, terciado, que deja descubierto el hombro derecho y que pasa debajo del brazo.

La materia de que está formada es ocote de la mejor calidad, lo que impresiona es que siendo el ocote materia inadecuada para la escultura, la estatua de la Virgen sea de una sola pieza, y que estando expuesta a la acción del tiempo hace siglos, no se haya apolillado, sino que se conserva perfectamente.

El nombre es significativo y recuerda los hechos importantes de su aparición. “Ocotlatia” fue llamada, que significa “Señora del ocote que estuvo ardiendo”